sábado, 31 de diciembre de 2011

JAMES BALDWIN (U.S.A, 1924-1987)



TÚ ESCRIBES…


Tú escribes para cambiar el mundo, sabiendo

perfectamente bien que probablemente no puedas
hacerlo, pero también sabiendo que la literatura
es indispensable para el mundo... El mundo cambia
de acuerdo a la forma en que la gente lo ve, y
si tú modificas, aunque sea por un milímetro,
el rumbo, la gente lo vería como una realidad;
entonces tú puedes cambiarlo.




LA PASIÓN




La pasión no es amistosa. Es arrogante,

magníficamente despreciativa de todo lo que no es
ella misma, y, como definición de sí,
implica un impulso de libertad, y además tiene un posible
poder intimidante. Contiene un desafío.
Y contiene una esperanza siempre indecible.





TEN CUIDADO

 

Ten cuidado con lo que pongas en tu corazón,
porque seguramente va a ser tuyo.





  según la versión de Eduardo Dalter (Buenos Aires,1947)

RICHARD EBERHART (U.S.A, 1904 - 2005)




La Marmota



En junio, en medio de los campos dorados,
Vi una marmota muerta tendida.
Ella yacía muerta; mis sentidos se agitaron,
Y mi mente abarcó nuestra desnuda fragilidad.
Allí, humildemente, en el vigoroso verano
Su forma comenzaba el absurdo cambio,
Y hacía a mis sentidos vacilar confusos
Al ver la naturaleza brutal con ella misma,
Revisando de cerca la fuerza que la agusanaba
Y la hirviente caldera de su ser,
Mitad con repugnancia, mitad con un amor extraño,
Hurgué en ella con un palo, encolerizado.
La fiebre surgió, se convirtió en llama
Y el Vigor circunscribió los cielos,
Energía inmensa del sol,
Y a través de mi esqueleto un sombrío estremecimiento.
Mi palo no había hecho ni bien ni mal.
Entonces me mantuve en silencio a la luz del día
Mirando el objeto, como antes;
Y perseveré en mi veneración por el saber
Tratando de controlarme, de apaciguarme,
De reprimir la pasión de la sangre;
Hasta que caí de rodillas
Suplicando por la alegría ante la visión de la podredumbre.
Y así me despedí; y regresé
En agosto con ojo escrupuloso, a ver
A la savia ya extinguida de la marmota
Pero aún quedaba la huesuda armazón podrida.
Aunque el año había perdido su sentido,
Y encadenado al intelecto
Perdí tanto el amor como el asco,
Aprisionado entre los muros de la erudición.
Otro verano se apropió de los campos nuevamente
Sólido y abrasador lleno de vida
Pero cuando por acaso, llegué al paraje
Había solo un poco de pelo,
Y huesos blanqueándose bajo el sol
Hermoso como arquitectura;
Los miré como un geómetra,
Y corté una vara de abedul para un bastón.
Esto fue hace tres años.
Ya no hay señal de la marmota.
Permanecí allí en el verano vertiginoso.
Mi mano cubriendo un corazón marchito,
Y pensé en la China y en Grecia,
En Alejandro en su tienda de campaña,
en Montaigne en su torre,
en Santa Teresa en su desgarrado lamento.


Versión original del inglés de Carlos Barbarito publicada en El gran dragón rojo y la mujer vestida de sol – Revista de divulgación literaria- Año 5 – Nª 13 – Villa María – Enero 1991 – Página 7-El poema (The Groundhog) fue extraído de Collected Poems 1930-1960,publicado en 1960 por Oxford University Press de New York en los Estados Unidos ,y por Chatto &Windus,Ltd,ese mismo año,en Londres,Inglaterra.

viernes, 30 de diciembre de 2011

José Emilio Pacheco (México-1939).

 
 
LA FLECHA
 
 
No importa que la flecha no alcance el blanco.
Mejor así.
No capturar ninguna presa.
No hacerle daño a nadie,
pues lo importante
es el vuelo, la trayectoria, el impulso,
el tramo de aire recorrido en su ascenso,
la oscuridad que desaloja al clavarse,
vibrante,
en la extensión de la nada.