domingo, 21 de julio de 2013

Andrés Florit Cento ( Stgo,Chile, 1982)



 
El mundo se divide

 
entre los que aman a los gatos y los que no
entre los que dejan de mirar a una chica linda que viene caminando en dirección contraria por la misma vereda para no incomodarla y los que no
entre los que paran a la décima piscola y los que no
entre los que van con caña un domingo en la mañana al supermercado a puro comerse un ceviche y los que no
entre los que se han comido una de pino del Lido en la vereda
y los que no
entre los que les interesa ver el noticiero y los que no
entre los que se sientan frente a una hoja en blanco y los que no
entre los que creen que dormir siesta es una pérdida de tiempo y los que no
entre los que han tomado el colectivo del capitán Beto y los que no
entre los que dan puntada con hilo y los que no
entre los que tienen motricidad fina y los que no
entre los que se apuran en llegar a casa cuando empieza a llover y los que no
entre los que necesitan hacer siempre cosas nuevas y los que no
entre los que tienen un amigo con el que conversar todos los días sin aburrirse
y los que no
entre los que hablan por hablar y los que no
entre los que saben contar un chiste y los que no
entre los que perdieron la virginidad antes de los 18 y los que no
entre los que la perdieron con una puta y los que no
entre los que han dormido en una plaza y los que no
entre los que soportan con estoicismo el escape libre de las motos y los que no
entre los que han planchado ropa alguna vez y los que no
entre los que se aburrieron de discutir sobre política en la mesa y los que no
entre los que tienen a su mamá viva y los que no
entre los que reconocen cuando la cagan y los que no
entre los que se han metido con una prima y los que no
entre los que pueden amar a 300 a la vez y los que no
entre los que se dieron cuenta que Estrechez de corazón es un himno y los que no
entre los que bailan igual al centro de la pista aunque todas hayan dicho que no
y los que no
entre los que han interactuado con una ardilla en un parque y los que no
entre los que se acuerdan del perro que marca tarjeta en el correcaminos y se va caminando
con el coyote y los que no
entre los que les gusta la palabra pelafustán y los que no
entre los que son amigos de sus ex y los que no
entre los que tienen sexo oral sólo con alguien que aman y los que no
entre los que sienten angustia los domingos en la noche y los que no
entre los que han tomado litio y los que no
entre los que han probado la anestesia general y los que no
entre los que se han muerto de gusto en una clínica particular y los que no
entre los que tienen el ego del porte de un buque y los que no
entre los que se subieron a una nave comandada por Enrique y los que no
entre los que vieron en pantalla gigante los goles de Salas contra Inglaterra
en el primer recital de U2 en Chile y los que no
entre los que se han quedado tomando toda la tarde con una amiga en los pastos de Gómez Millas el día antes de una prueba y los que no
entre los que son buenos para los negocios y los que no
entre los que saben hacerse los huevones y los que no
entre los que dividen a las mujeres en aptas para casarse y aptas para hacer cosas
que no harían con su señora y los que no
entre los que sueñan con tener casa hijos auto esposa perros y los que no
entre los que les da ternura ver a una guagua en un coche y los que no
entre los que le hablan como estúpidos a los niños y los que no
entre los que se han encomendado a los árboles y los que no
entre los que estuvieron en un colegio donde les hacían leer en inglés a Silvia Plath
y los que no
entre los que vieron a un niñito de terno corbata y zapatos leyendo una biblia ilustrada línea a línea con una regla sentado en el suelo de un vagón de la línea 5 a las 11 de la noche y los que no
 
entre los que se creen santos, profetas o poderosos y los que no
entre los que aprendieron a nadar y los que no
entre los que tienen fuerza de voluntad para llevar una vida más saludable
y los que no
entre los que tienen paciencia con los hiperkinéticos y los que no
entre los que pueden estar media hora mirando un pino y los que no
entre los que se ponen contentos cuando está nublado y los que no
entre los que limpian el gollete de la botella compartida antes de llevársela a la boca y los que no
entre los que soportan sobrios a los hombres y los que no
entre los que tienen muertos con los que conversar y los que no
entre los que han cruzado los dedos por Gustavo y los que no
entre los que seguirían toda la vida enumerando hasta hacer de esto un libro
y los que no
entre los que pueden amar a una mujer que está lejos
y los que no.